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El blog de lormaster

encontraras de forma precisa y breve la historia de nuestra América y el mundo

Aspiración a la vida eterna: san Agustín

El cristianismo no solo marca una de las concepciones antropológicas más influyente de su tiempo, sino que sus efectos son muy claramente identificables aun hoy. El periodo de crecimiento vertiginoso y definitivo de este pensamiento cristiano aun entre el siglo cuatro y doce de nuestra era. Como muestra de la antropología cristiana  tomaremos un autor de siglo cuatro: san Agustín.

 LA VOLUNTAD DE VIVIR  

La experiencia más fundamental de los hombres es la evidencia de su propia vida. Que está vivo es lo único que se puede aceptar de sí mismo  sin duda ni titubeo alguno.

Sin embargo, al mismo tiempo que la vida es lo más evidente a nosotros, es lo más oscuro e incomprensible a nuestra conciencia. Experimentamos cientos de cosas en nuestro interior, pero no las comprendemos, la vida se nos escurre como un  gas entre las manos sin que podemos obtener una idea de lo que significan  todas esas experiencias.

El sentimiento pasajero de vivir, lleva al hombre  a la angustia por su propia alma, el hombre no logra acumular su vida, no ve en el algo que vaya creciendo, la vida entonces, se nos aparece como un árbol que está en permanente crecimiento a la vez que se  desmorona, todo esto en una vertiginosa carrera en la que al menor retardo puede causar la desaparición propia.

De otro lado, el hombre se encuentra totalmente descontento en esta situación. El anhelo de la vida, plena  y segura, no le permite aceptar la fugacidad de su existencia. Busca afanosamente la felicidad, y esta no está sino al lado de la vida plena, sin inseguridades. pero  la vida tal como la siente esta adherida a la muerte, esta nos espera cada día, y  con ella el final de toda esperanza, de cualquier ilusión humana.

Pero ¿Dónde está ese refugio de lo inmutable, de lo imperecedero? En Dios. Solo el puede dar alivio a la angustia por la muerte. Y como es bien sabido que  esta vida es de cualquier modo finita, se aspira entonces a una eterna, donde reine la inmortalidad y la plenitud de la felicidad.

LA VOLUNTAD OBSTACULIZADA

El querer la inmortalidad surge de un afán infinito de vida. Tal deseo no es algo optativo, que podamos o no tener. Es un impulso que sale de la misma naturaleza humana.

 A la par con el infinito deseo de la vida eterna, experimentamos la imposibilidad de nuestra propia voluntad de permanecer firmes en el intento por alcanzarla.  Algo impide concentrar todas las fuerzas de nuestra voluntad en ese fin supremo. La voluntad se dispersa. ¿Por qué? ¿Qué es lo que la dispersa? ¿El mundo natural, la naturaleza externa? No puede ser tal cosa por qué entonces ella sería mala y Dios no a creado objetos algunos que lo sea.

Entonces, san Agustín enfoca el problema sobre el motor del actuar mismo: la voluntad . en el hombre nada hay que tenga ya terminado. Todo el proviene der su propia voluntad de ser así. Entonces lo que se opone  a la voluntad, lo hace a su vez por un acto de voluntad. es la voluntad misma

EL HOMBRE ENFERMO

El hombre es entonces, en su más profunda esencia ,la voluntad ,una contradicción.  Quiere pero no quiere. la miseria de la vida humana viene prontamente de la situación del pecado.

Pero, ¿Qué es pecado?: todo aquello que atenta contra la vida, contra la concentración de fuerza tras el fin de la vida eterna. El pecado es un error de la voluntad, un momento de debilidad de esta voluntad.

Cada vez que la voluntad peca, cada vez que atenta contra su integridad y su concentración de fuerza, se disemina, se distrae de su fin más importante.

En este momento la vida pierde, cae, se dirige hacia la muerte .debe hacerse un esfuerzo superior por volverla sobre sus causas anteriores hacia su integridad y concentración de fuerza.

Pero al pecar son justamente esta fuerza las que se ven debilitadas y son también las mismas fuerzas de la voluntad las que deben forzar a esta a volver sobre sus cauces de vida. Sí bien resulta muy fácil salirse del cause del camino hacia la vida plena. es tanto o más difícil volver .entonces la voluntad necesitaria de un gran despliegue de fuerza pero esas fuerzas ahora débiles. El resultado es pues, que la voluntad no se encuentra  en condiciones de retronar por su mal estado de salud.

Así encontramos al hombre como un enfermo que además que en el proceso aumenta su debilidad una vez bajo de fuerzas  pero al pecar, son justamente esas fuerzas las que se ven debilitadas, y son también las mismas fuerzas de la voluntad las que debén forzar a esta a volver sobre sus causas de vida plena, es tanto o más difícil volver. Entonces la voluntad necesita de un gran despliegue de fuerzas, pero esas fuerzas son ahora débiles. El resultado es pues, que la voluntad no se encuentra en condiciones de retornar, por su mal estado de salud.

Así encontramos al hombre como un enfermo, que además en el proceso de su mal, aumenta su debilidad. Una vez bajo de fuerzas, es frecuente que para él sea más fácil continuar saliéndose del camino que volver a el. La gravedad del mal está en que la voluntad misma es decir, el hombre, no desea curarse. Si lo deseara, ya estaria curado,pues desear es tener voluntad. el mal es justamente la falta de suficiente fuerza de voluntad.

La enfermedad del hombre es originada en el mismo hombre. Como ya fue expuesto, nada en la naturaleza pudo enfermar el hombre, `puesto que tal cosa seria mala y es inconcebible que dios crease algo así,  entonces la falta inicial contra la vida, debía provenir de la misma voluntad del hombre, el motor único de totas sus acciones.

Pero si bien el hombre solo pudo caer, el solo no se pudo levantar. La única salida es la gracia. está en la acción de dios sobre la voluntad de hombre en la cual le imprime más fuerza. En ese momento Dios quiere que el hombre quiera, Dios tiende la mano a la voluntad débil y enferma pera ayudarla a incorporarse, sin embargo para tal cosa hay que esperar , en esta vida el cuerpo  es un lastre para el alma. es primero necesario abandonar esta forma material para que la voluntad sea sanada

La acción de Dios, es permanente. nunca es una ayuda definitiva y suficiente ,el hombre tiene que demostrar que esta haciendo buen provecho de la ayuda que se le preste, para que esta siga llegando. el hombre debe dar muestra suficiente de sus esfuerzos. Su lucha, para que su voluntad  venza la enfermedad.

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