14 Enero 2020
Uno de los problemas más graves que enfrenta Colombia, es el desplazamiento forzado. Esta es la manera como internacionalmente se ha nombrado una forma particular de éxodo: aquella que ocurre dentro de las fronteras del territorio nacional y que está motivada por desastres naturales o por diversas formas de persecución, amenaza o agresiones que atentan contra la integridad de las personas. A pesar de que es un fenómeno mundial ligado desde hace décadas especialmente a conflictos internos y guerras civiles. El desplazado es una persona que ha sido obligado a abandonar su trabajo, su lugar de residencia, sus propiedades, se ha tenido que desterrar con su familia para proteger su vida y la de los suyos. Ha visto amenazado su vida por el conflicto armado. La violencia generalizada, La violación de los Derechos Humanos, el orden público.
Generalmente se dirigen a las cabeceras municipales o a las grandes ciudades, donde en muchas ocasiones llegan a acrecentar los cordones de miseria. Los grupos armados (paramilitares, guerrilla y fuerzas armadas) son los que aparecen en primer renglón como autores del desplazamiento forzado en Colombia. Según el ACNUR el desplazamiento causado por estos grupos de personas están encaminadas en adquirir la tierra, que obligan a los campesinos a abandonar sus residencias y cultivos .Aunque actualmente existen leyes para la restitución de tierras, en muchos lugares, esto no ha sido posible por la resistencia de los nuevos propietarios, casi siempre empresas latifundistas de grandes cultivos, o ganaderos.
Los datos suministrados por la Conferencia Episcopal Colombiana en el año 1995, indicaban que en el país el 58.2% de las personas desplazadas eran mujeres. De ellas el 24.6% fueron reportadas como jefas de hogar.