14 Enero 2020
El Sol proporciona energía lumínica y calórica, que hacen posible la vida en la Tierra. Sin embargo, también recibimos del Sol rayos ultravioletas y ondas electromagnéticas que causan alteraciones en nuestro planeta; la capa de ozono y la magnetosfera son dos escudos que protegen a la Tierra del viento solar. Esta energía liberada por el Sol influye en muchos procesos biológicos, físicos y humanos.
Dentro de los fenómenos físicos podemos considerar el clima, las tormentas magnéticas, las auroras boreales y al ciclo hidrológico, que es indispensable para la vida; en éste se genera la evaporación del agua de los océanos que, al condensarse, produce la lluvia. Entre los fenómenos biológicos en los que interviene el Sol están la fotosíntesis, el ciclo circadiano, la fijación de calcio y la absorción de la vitamina D. Las tormentas electromagnéticas que afectan las comunicaciones de radio y satelitales, alteran las brújulas y originan las auroras boreales; éstos son un ejemplo de los fenómenos humanos en los que interviene el Sol. En resumen, podemos decir que si la cantidad de radiación solar se alterara de alguna manera, causaría una gran catástrofe para la vida en nuestro planeta.