15 Noviembre 2018
El país de olman o del hule (esto significaba en lengua de los aztecas) se extendió por la costa atlántica mexicana entre los actuales estados de Veracruz y Campeche. Aquí se desarrolló la mayor civilización formativa de américa entre los años 1200 y 400 a.c. los olmecas inventaron el calendario, el sistema de contabilidad con barras y puntos, la sociedad teocrática (sociedad cuya autoridad deriva de un dios o de varios).
La civilización olmeca surgió en unas tierras bajas (salvo el macizo de Tuxtla) ricas en limo arrastrado por los ríos de la zona, que inundan la franja litoral en épocas de lluvia. En esa especie de Nilo mexicano se cultivó admirablemente el maíz y otras plantas alimenticias, el excedente alimenticio permitió la formación de una clase ociosa, que pudo dedicar su tiempo en otro tipo de actividades especializadas como el culto, la administración, la construcción, la cerámica. No hay evidencias claras de agricultura sino de una práctica mixta de cultivo, caza, pesca y recolección de recursos silvestres.
Los centros ceremoniales fueron numerosos. Entre los más importantes están: la venta, san Lorenzo, tres zapotes y laguna de los cerros. Tienen templos, grandes esculturas de piedra, altares, estelas, adornos de piedra entre otros. Muy características son las cabezas colosales, esculpidas en piedra de hasta 65 toneladas de peso. Representaban unos hombres cubiertos con un casco hasta las orejas. De narices anchas y aplanadas y labios gruesos, la típica boca olmeca no es esta.
Aunque la religión olmeca tenía muchos dioses, destaco en ella el dios jaguar, posible antepasado remoto de este pueblo, que le creía descendiente de la unión de dicho animal con una mujer.